Aquí va una recopilación de las mejores noticias de la semana dignas de recibir un comentario del mismísimo Matías Prats:
Un equipo de fútbol Sur Coreano pide perdón por usar muñecas sexuales para llenar las gradas.
El fútbol nunca puede ser igual sin público, es como dar un concierto a las 4 de la tarde en Benicassim, muy triste. En Corea del Sur están acostumbrados, no me imagino allí los estadios llenos hasta la bandera, con un poco de suerte llegan a tocar el mástil. Aún así, un equipo coreano decidió ambientar el estadio, calentar el ambiente, inflamarlo o más bien inflarlo, con muñecas inflables. Lo normal es que el público insufle aires renovados al equipo, aquí fue al revés.
El baterista de un grupo de Thrash Metal despierta del coma del Coronavirus, y piensa que ya Satán no mola.
Según el refranero español, uno se acuerda de Santa Bárbara cuando truena, ¿cuándo se acuerda uno de Satán Bárbara? Posiblemente la respuesta sea cuando quieres ser inmortal o conseguir algún objetivo imposible, como que Sergio Ramos aprenda inglés. Sin embargo, esos tratos satánicos al virus le dan igual, que se lo pregunten al baterista de Death Angel, que al despertar del coma ha roto el contrato ipso facto, le ha visto los cuernos la demonio. Al grupo a partir de ahora lo van a llamar Glory Angel.
Un pizzero gana dinero comprándose pizzas a sí mismo en una app de reparto con descuento.
El sueño de todo ser humano es poder alimentarse de las heces y orinas propios, pero si hay algo aún más fantasioso es poder convertirse en una máquina de autogenerar dinero. El dueño de una pizzería de Kansas consiguió burlar al sistema, ¿cómo? Descubrió que podía comprar pizzas online a través de una página web tipo deliveroo, a un precio inferior al que ellos tenían en carta, y que era el que recibían después de esa misma compañía. Convirtió el vender pizzas en un negocio redondo.




