viernes, 15 de mayo de 2020

Este rollo no hay quien lo entienda

Cuando comenzó la cuarentena el valor en bolsa de Scott subió tanto que el perro se convirtió en un caballo. Hubo casos de casas en las que tuvieron que guardar papel hasta en la nevera, que como no te acordases de sacar el rollo la noche de antes ya podías tener buena sustancia en el orto para que no se te congelara. Aunque en esos casos limpia mejor, se adhiere como chocolate en helado, eso me han contado, probadlo.

El tiempo ha demostrado que no fue una exageración llenar de papel el coche, hasta en el hueco del manillar si hacía falta. Y es que en la cuarentena se ha cumplido la proporción, 40 días, 40 noches y 40 postres, y unas cuantas buenas digestiones que han vaciado la despensa y han dejado huérfano a muchos cartones.

Por suerte, no solo de cagar vive el hombre, y algunos han dedicado su tiempo y su papel a realizar obras de arte como la siguiente: Una preciosa oda a la actividad hogareña en tiempos de COVID (come oreos de vainilla i defeca).


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